La caninoterapia o terapia asistida con perros se ha vuelto muy popular a las residencias de gente mayor. Utiliza la interacción entre personas y perros entrenados para promover el bienestar emocional, físico y social de las personas.
Los perros son amigables y capaces de establecer vínculos emocionales con las personas, así que son el acompañante perfecto para generar un impacto en el bienestar de la gente mayor. Un perro educado y acompañado de un profesional puede ser un potente canal para llevar a cabo la tarea psicosocial que propone este tipo de terapia.
A menudo en la vejez las personas tienen síntomas depresivos o de ansiedad, fomentados por un sentimiento de soledad o aislamiento. La terapia asistida con perros puede ayudar a reducir estos síntomas a la vez que también contribuye a mejorar la concentración, la motricidad, la comunicación no verbal o la capacidad cognitiva.
Cada terapia está adaptada a la persona o grupo que la recibirá. Del mismo modo, los perros que acompañan la sesión también variarán en función de las capacidades de cada persona.
Además de los beneficios mencionados anteriormente, hay que hacer mención del hecho que los perros son capaces de atraer la atención y el interés de las personas, puesto que utilizan un lenguaje diferente al nuestro. En algún momento, el perro siempre será capaz de sacar una sonrisa y captar la atención de aquel que interactúa con él, lo cual puede ser un elemento clave para fomentar el buen humor y la alegría de las personas mayores.